sábado, 10 de septiembre de 2011

Hallowen

Sucesos Misteriosos: Halloween

Niños disfrazados, chocolates y demás dulces, una que otra broma pesada y calabazitas con caras graciosas; esto es lo que usualmente asociamos con el Halloween, pero viendo hacia atrás, ¿dónde se origina el Halloween?

Hace siglos ya, cuando los lobos todavía rondaban las praderas de Europa y las legiones romanas expandían el Imperio buscando los confines de la tierra, vivían los celtas. Los celtas ubicaban sus tierras entre el Rin y el Danubio e inclusive, los territorios de Gran Bretaña.

A pesar de que en sus inicios se dedicaron a la cría de ganado, se adaptaron fácilmente a la agricultura; (es más fueron ellos los que inventaron el arado de ruedas), lo cual habría de influir poderosamente en su religión.

Aunque la aristocracia era quien aparentemente reinaba, el poder oculto estaba en manos de los druidas. Ellos eran la verdadera clase dominante, su magia consistía en el uso de conjuros para sus rituales, la adivinación del porvenir, entreviendo el futuro en las entrañas de las aves o examinando su vuelo, la utilización de hierbas o plantas medicinales y el conocimiento avanzado de los ciclos de las estaciones y posiblemente una vasta sabiduría del conocimiento de los astros.

Todos estos conocimientos, esta forma de concebir la vida se unió en sus creencias, en su ser y el día que hoy tomamos como Halloween, de hecho toda una serie de días alrededor de este era un momento esencial en su cronología religiosa, que luego encontraría la forma de unirse la cristiandad, a través del día de Todos los Santos.
Para los celtas, el alma era inmortal, luego de la muerte el alma debe esperar que pase el tiempo y llegue el fin de año (el 31 de octubre), cuando la línea que separa los dos mundos, el de los vivos y el de los muertos y de todas las criaturas que hoy consideramos fantásticas, pero que para ellos eran tan reales como la tierra y los árboles; se vuelve difusa y se permite el paso de uno a otro lado, y el alma que ha pasado al otro mundo satisfactoriamente ya esta lista para volver a iniciar el ciclo de la vida, en otro cuerpo humano.
Durante la celebración, que duraba varios días, los sacerdotes realizaban sacrificios, inclusive de seres humanos. Se erigían grandes armazones de madera con forma de hombre, hechos con madera y huecos en su interior, donde se colocaban prisioneros y criminales para ser quemados vivos.

Los druidas galos (así llamaban los romanos a los celtas que habitaban el actual territorio francés), durante la noche encendían una hoguera, con las ramas secas de roble, con el propósito de honrar a su dios del sol y de alejar a los espíritus malignos, a cada jefe de familia se le entregaba una brasa de ese fuego para que alumbrara hogar, ese fuego debía durar hasta la llegada del otoño siguiente, que debía proteger del peligro a la familia durante todo el año.


Leyendas

Muchas leyendas y relatos, así como supersticiones se han ido arraigando a través de los siglos alrededor de esta fecha.

Entre las leyendas más conocidas, esta la irlandesa de Jack-o'-lantern. Dice la leyenda, que este hombre era un conocido y avaro borracho. Una noche, estando en la taberna que habitualmente frecuentaba, el Príncipe de las Tinieblas en persona se le aparece para pedirle su alma. Hábilmente, Jack lo convence de que se tome una copa con él, pero le dice al terminar que pague su bebida, para hacerlo, su compañero se transforma en una moneda para pagarle al tabernero. Entonces, Jack la toma y la coloca en su saco, al lado de una cruz, lo cual impide que el diablo pueda volver a transformarse o a huir. Finalmente, Jack llega a un acuerdo, el diablo acepta dejarlo tranquilo por un año más. Transcurrido el tiempo estipulado, Jack convence al demonio de subirse a un árbol del cual sabe que no va a poder bajarse, entonces para
poder bajar, le prometió dejarlo en paz para siempre.
Finalmente, cuando Jack muere su alma no puede ingresar al Paraíso, debido a que su alma en realidad no le pertenece, así que decide irse al Infierno, donde en realidad tan poco lo quieren, pero donde el diablo le da un carbón encendido para que pueda ver su camino en la oscuridad a la que queda destinado a vagar. De esa manera comienza el recorrido de Jack y su linterna (donde esta el carbón del infierno), y continuara hasta el día del Juicio Final.

Dentro de las supersticiones, las que hacen su aparición de manera más contundente son todas aquellas relacionadas con la adivinación y el conocimiento del porvenir.
Hay dos especialmente destinadas a las mujeres; una de ellas dice que si pela una manzana y se arroja las cáscaras por encima del hombre durante la noche de Halloween, con la letra que se forme, será la inicial del nombre del amor de su vida, o según otras, de quien será su amor durante el año venidero (en algunas versiones, para que esto de resultado la mujer debe estar sentada en un banquito de tres patas, o tener detrás de sí un recipiente con agua donde las cáscaras caigan). Otra, la que cuenta como saber que clase de amor será ese; para esto se arroja una nuez al fuego, también durante la noche y, si se quema rápidamente será un amor constante y duradero, pero si lo hace con rápidamente, igual de veloz será la duración de ese amor.

Finalmente, en un tono menos romántico y si un poco más espeluznante, es la que cuenta que si, a medianoche en una encrucijada donde se junten tres caminos, sentado sobre un banquito (también de tres patas como el anterior), se podrá escuchar a las hadas susurrar el nombre de quienes van a morir en el nuevo año.

Pero no olvidemos lo principal, Halloween, es parte de una cultura que casi desaparece pero que forma parte tan intrincada de la historia humana como cualquier otra. Más allá de las legiones de Cesar, y de las censuras y persecuciones del Medioevo, más allá de quienes hoy buscan Stonehenge para celebrar los ritos de la Wicka, los mitos de las hadas y los druidas, permanecen dentro del imaginario popular de Europa y de América, y entrelazadas con el resto del mundo por un lazo invisible y mágico, más fuerte que todas las prohibiciones y que todas las frías racionalizaciones, oculto con los arquetipos más profundos de nuestro ser.

Halloween o Noche de Brujas es una fiesta que se celebra principalmente en Estados Unidos en la noche del 31 de octubre. Tiene origen en la festividad celta del Samhain y la festividad cristiana del Día de todos los santos. En gran parte, es una celebración secular aunque algunos consideran que posee un trasfondo religioso. Los inmigrantes irlandeses transmitieron versiones de la tradición a América del Norte durante la Gran hambruna irlandesa de 1840.[1]
La palabra Halloween (AFI /ˌhæl.əʊˈiːn/) es una derivación de la expresión inglesa All Hallows' Eve[2] (Víspera de Todos los Santos). Se celebraba en los países anglosajones, principalmente en Canadá, Estados Unidos, Irlanda y el Reino Unido. La fuerza expansiva de la cultura de EE. UU. ha hecho que Halloween se haya popularizado también en otros países occidentales.
El día se asocia a menudo con los colores naranja y negro y está fuertemente ligado a símbolos como la Jack-o'-lantern. Las actividades típicas de Halloween son el famoso truco o trato y las fiestas de disfraces, además de las hogueras, la visita de casas encantadas, las bromas, la lectura historias de miedo y el visionado películas de terror.