domingo, 8 de mayo de 2011

Dragones

El dragón (del latín draco, y éste del griego drakon o draqhon, "víbora" o "serpiente") es un animal mitológico que aparece en diversas formas en varias culturas en todo el mundo, con diferentes simbolismos asociados. En cada civilización la figura del dragón juega un papel importante como dios, guardián, y en algunos casos como demonio, pero todos estos sentidos mitológicos están de acuerdo en que se trata de un ser poderoso y respetable, en algunas civilizaciones es reconocido también por poseer gran sabiduría. Los dragones a menudo pasan por tener un significado espiritual mayor en varias religiones y culturas del mundo.

El que tanto culturas occidentales como orientales haya imaginado reptiles gigantes y alados se puede atribuir al contacto con gaviales, cocodrilos y caimanes; al hallazgo de fósiles de dinosaurios mezclados con otros de animales voladores como pteranodontes y avimimus y a la asociación de lagartos y reptiles con la sexualidad masculina.

En Sudamérica en particular ha habido muchos descubrimientos de dinosaurios emplumados, lo que explicaría su versión de los dragones. Algunos afirman que los dragones realmente existieron basándose en que en cada cultura habla de dichas criaturas desde mucho antes que tuvieran comunicación entre si, no se lo dejan a la casualidad, no obstante el hecho de que existan fósiles de dinosaurios en todo el mundo puede ser una explicación fiable para entender ese fenómeno.

Lejano Oriente
En muchas culturas orientales los dragones eran, y en algunos cultos son todavía, reverenciados como representantes de las fuerzas primitivas de la naturaleza y el Universo.

Occidente
Las tribus paganas del norte de Europa asociaban su folclore con varios aspectos terroríficos del dragón.
La mitología germana incluye al dragón (Nidhug o Níðhöggr) entre las fuerzas del inframundo.

Mesoamérica

En la Mesoamérica precolombina existe una gran tradición de veneración a la serpiente como animal sagrado y a dragones serpentinos como seres divinos. Los dragones mesoamericanos a menudo son acompañantes de dioses a quienes asisten en sus deberes.
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Sudamérica
En torno a Los Andes se creía en el poder que ejercían las "serpientes del abismo marítimo y de la montaña esplendorosa". Estas eran criaturas de grandes proporciones que también son considerados dragones.



Dragones

En Europa y el cercano Oriente los poderosos dragones eran hijos o representantes de poderes elementales, de la tierra primigenia y de las fuerzas del caos. En perpetua lucha contra del orden establecido por los dioses, su raza estaba enfrentada a perpetuidad a la raza humana.

En la mitología Babilónica, el dios Marduk mató a la diosa dragón Tiamat, que no era otra cosa que una representante de las fuerzas del caos primigenio. En la Egipcia, el dios Ra tenía que enfrentarse cada día a un dios dragón que vivía en el fondo del Nilo y que era un dios del mundo subterráneo.

Cuando Ra penetraba con su barca durante el anochecer por las puertas del "infierno" o mundo subterráneo allí le aguarda. Ra cada día le vencía. A continuación el victorioso Ra salía por la otra puerta para elevarse hacia el cielo de nuevo y así dar comienzo a un nuevo día.

Los griegos tuvieron en su mitología a Tifón. Hércules mató al dragón que guardaba el jardín de las Hespérides. Jasón mató al guardián del Vellocino de oro, y Cadmo al dragón de Ares.

Los romanos llevaban dragones en sus estandartes, y volaban cometas con su forma. En la Historia Naturalis de Plinio el Viejo, se cuenta que un dragón fue muerto durante el reinado del emperador Claudio. Sus entrañas, según decía, contenían el cuerpo de un niño.

También están presentes en el mundo celta. El príncipe Fróech, hijo de una princesa descendiente de los Tuatha De Dañan, hubo de enfrentarse a un dragón que vivía en un lago. En esta lucha consiguió matar al dragón pero a su vez perdió la vida en la empresa, ya que este príncipe era de naturaleza mortal.

Los Escandinavos, adornaban las proas de sus barcos con dragones para asustar al enemigo. En sus mapas, sobre las tierras aún desconocidas escribían: "Aquí hay dragones". Contaban que el dios Thor utilizó una cadena, con la cabeza de un buey como cebo, para sacar de las profundidades a la serpiente de Midgard.

Cuando el dios alzó su martillo para matarla, la cadena se rompió y el monstruo escapó. Thor, volvió a luchar contra la serpiente durante el llamado "crepúsculo de los dioses". En la batalla logró hundir el cráneo del monstruo y matarle. Pero murió a causa de los venenos respirados.

Durante la Edad Media, los dragones llenaron la imaginación de las gentes y fueron protagonistas de múltiples historias. Fueron representados en el arte, la heráldica, las casas, palacios e iglesias. La leyenda mas popular de esta época fue la de San Jorge.

Este santo se convirtió en guardián de los cruzados y patrón de todo lo que tenia que ver con caballeros, armas y luchas. Fue el santo protector de Cataluña, Inglaterra, Aragón, Italia y Grecia y venerado en toda la cristiandad. Naturalmente muchos de los caballeros que pueblan los libros medievales fueron también matadores de dragones.

Descripción del Dragón

Sus representaciones fueron muy diversas. Un dragón podía tener de una a siete cabezas, pero todas con afilados y amenazadores dientes. Existían los que tenían patas y otros más parecidos a serpientes que no las tenían. Sólo algunos poseían alas, y los había con ambas cosas, patas y alas.

Su sangre era considerada como venenosa y su aliento, además de fétido e insoportable, lanzaba llamas. No todos tenían la capacidad de volar, algunos marinos o terrestres no lo hacían. Podían vivir en cuevas, lagos, pantanos o montañas.

Su relación con las mujeres era compleja. Algunas veces, el rapto de alguna doncella por un dragón no significaba la muerte de esta, sino una buena amistad entre ambos. En otros casos, mujeres con poderes mágicos los utilizaban para sus fines o simplemente los mantenían a su lado como fieras inofensivas.

En muchas leyendas cristianas, y a causa de su asociación con las fuerzas diabólicas, se hablaba del poder que la cruz ejercía sobre ellos. Bastaba que alguien levantara una cruz para que el dragón huyera.

Descripción según los Bestiarios

En los bestiarios medievales se solía decir de ellos que eran el mayor de todos los seres vivos que había en la tierra, y un enemigo tradicional de los elefantes. Afirmaban los Bestiarios que cuando una serpiente alcanzaba los treinta metros y los cien años de edad, se le llamaba dragón. Se volvía tan grande, que el mismo Dios la arrojaba al mar.

Allí le crecían dos aletas como a los peces, y con sus movimientos provocaba las olas. Sus ojos eran llameantes, su aspecto terrible y su boca estaba repleta de dientes afilados. Unos pensaban que mataba lamiendo a la víctima con la lengua, ya que su aliento era venenoso. Otros que las estrangulaba con su cola.

Asociaciones y Simbologías Morales

Seres asociados a la tierra, al caos, y a la maldad, representaban la fiereza y la fuerza, pero también la soberbia. Se les representaba o eran asociados con el diablo en ámbitos cristianos. También eran guardianes de tesoros. Esta asociación se hacía porque tanto el oro, como las piedras preciosas son elementos que nacen sin orden de la tierra y de ella hay que extraerlos. Un ser vinculado a la tierra y a las fuerzas desordenadas era el que los guardaba y se enfrentaba al hombre por su posesión.

Los Dragones Orientales

Físicamente no eran muy diferentes al dragón occidental. Una diferencia fundamental era que en Oriente se les consideraba como descendientes de los dioses y podían aparecerse en forma humana o animal. En China se les veía con temor, pero también con respeto y veneración. Se suponía que manipulaban el tiempo meteorológico, sus ojos despedían rayos, su vuelo producía el viento y su aliento se condensaba en forma de lluvia.

Vivían en el agua que era su elemento natural, en hermosos palacios de paredes transparentes. Cada río, lago, o charca tenía su rey dragón. Los campesinos se reunían en las orillas y hacían sonar los gongs, para despertar así a los espíritus dormidos que traían las lluvias. Eran uno de los cuatro animales espirituales (los otros eran el fénix, el unicornio y la tortuga).

Todos los chinos codiciaban la llamada "Perla del dragón". Esta perla sólo la tenían los dragones que guardaban tesoros. Era una joya extraordinaria por su blancura y gran tamaño, el dragón la llevaba en unas bolsas laterales de la boca. Podía iluminar con maravillosa luz cualquier casa o palacio, era un receptáculo de poder y salud, y todo cuanto se tocaba con ella, crecía y se multiplicaba.

El dragón representaba la sabiduría y el poder, por lo que terminaron simbolizando al emperador, cuyo antepasado habría sido un dragón. Se creía que los emperadores tenían sangre de dragón y tenían dragones a su servicio. Su lecho, barco y trono, tenían su forma. Las representaciones del dragón imperial se distinguían de cualquier otra porque este dragón tenía cinco garras.

Los eruditos chinos crearon una amplia literatura sobre los dragones. Decían de ellos que procreaban con la forma de pequeñas serpientes. Sus huevos, una vez puestos seguían creciendo durante varios siglos, pasados los cuales nacía el dragón. Estos eruditos calcularon que se necesitaban mil quinientos años para que un dragón alcanzase su estado adulto.

También catalogaron a los dragones en varias especies :
·Los del cielo eran los encargados de sostenerlo.
·Los del aire controlaban las lluvias.
·Los terrestres cuidaban de los ríos.
·Los subterráneos que guardaban tesoros de oro y piedras preciosas.

En cada una de las categorías existían subcategorías: alados, serpenteantes, con garras o cornudos. Y se les clasificaba también por colores. Los había azules, rojos, negros y amarillos.












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